Nosferatu
El otro día tuve ocasión, promoción mediante, de acudir a ver la película recientemente estrenada Nosferatu. La película es un “remake” de una película de los años 20 que ya en su momento era una versión no autorizada de Dracula. De la película original tuvieron que destruir todas las copias pero de esta nueva versión no parece que vaya a haber tanta suerte.
Paneo.
La película esta dirigida por Robert Eggers, protagonizada por Nicholas Hoult, Lily-Rose Depp y Bill Skarsgård. Si queréis más detalles os remito a la página de la wikipedia, sorprendente muy exhaustiva.
Paneo.
Admito no haber visto ninguna otra película del director con anterioridad, siendo este mi primer contacto con él y, por esta razón, no se si lo que voy a comentar es una particularidad de esta película o una constante en su obra: la película tiene paneos, muchos paneos, MUCHOS PANEOS. Un personaje mira a su derecha y la cámara se mueve leeeeeeentamente a la derecha hasta perder de vista al personaje, y luego vuelve con la misma parsimonia hasta enfocarlo de nuevo. Hay ocasiones, cuando la sombra del vampiro se mueve y lo cubre todo, en las que los paneos tienen sentido pero se usan tanto y en tantas ocasiones que resulta ridículo.
Paneo.
Con respecto a los personajes el vampiro resulta bastante irrelevante. Sale poco, hace poco, transmite poco. Tal vez también tenga que ver con la horrible iluminación escogida, que hace que su figura se pase media película a oscuras, lo que no es lo mejor para apreciar el trabajo actoral.
Paneo.
El personaje del agente inmobiliario carga con el peso de la primera mitad de la película y, aunque solvente, resulta un poco histriónico. Tampoco ayuda esa sensación de estar viendo la historia de Dracula con los nombres y las localizaciones cambiados. El caso es que en algún lugar he leído que este personaje es la “damisela en apuros” de la película y no puedo estar más de acuerdo, en el peor sentido.
Paneo.
El personaje más interesante es el de la novia del agente inmobiliario e interés romántico del vampiro. Ella es lo que salva la película. A través de su actuación y sus reacciones es como sentimos el verdadero poder del vampiro, el terror que la tiene atrapada. El planteamiento del origen del conflicto y la resolución (que no desvelaré) son las mejores aportaciones a una historia, por lo demás, mil veces revisada.
Paneo.
El resto de personajes son prescindibles, inclusive un Willem Dafoe caricaturesco y excesivamente motivado.
Paneo.
Por último toda la escenificación, las escenas con las ratas, el vestuario… cumplen a un nivel bastante alto que, por desgracia, pierde fuerza por una realización que no esta a la altura.
Paneo.
No me parece una mala película si tienes interés en el mito del vampiro o en la película original, pero no compensa el esfuerzo de ir al cine a verla.
Paneo.
The end.